Basura espacial: los desechos que giran alrededor de la Tierra
Desde los años 50, el ser humano ha enviado al espacio miles de objetos con diferentes satélites (llamados también misiones) estudiar el clima, comunicarse, observar el planeta o explorar el universo.
La basura espacial es todo objeto artificial que orbita en el espacio y no tiene ningún tipo de utilidad, como los satélites obsoletos y partes de cohetes, combustibles líquidos —que por las bajas temperaturas se han mantenido congelados por años y continúan flotando en la atmósfera—, incluso partículas de materiales pesados que no son observables. De acuerdo con un reporte de la Agencia Espacial Europea, hay aproximadamente nueve mil toneladas de desechos orbitando alrededor de nuestro planeta, que equivale al peso de 720 autobuses escolares.
Desde los años 50, el ser humano ha enviado al espacio miles de objetos con diferentes misiones. Uno de los más famosos es el Vanguard 1, lanzado en 1958 por Estados Unidos. Fue uno de los primeros satélites con paneles solares y aún sigue orbitando la Tierra. Hoy es considerado “una joya” de la era espacial temprana, porque puede enseñarnos cómo los materiales resisten el paso del tiempo en el ambiente del espacio.
Pero no todo lo que está allá arriba sigue siendo útil. Con el tiempo, muchos satélites dejan de funcionar y se convierten en lo que conocemos como basura espacial: pedazos de cohetes, fragmentos de colisiones o satélites abandonados.
Algunos son tan pequeños que apenas se ven, mientras que otros son tan grandes como un auto. El peligro es real: pueden chocar con satélites activos, con la Estación Espacial Internacional, o poner en riesgo misiones espaciales futuras.
¿Qué es un satélite y cómo llega al espacio?
Un satélite artificial es un objeto creado por el ser humano que gira alrededor de la Tierra u otro planeta. Sus funciones pueden ser muy diversas: enviar señales de televisión, ayudar a los navegadores GPS, estudiar el clima o tomar fotografías del planeta.
Así es como llega al espacio:
- Paso 1 - Diseño y construcción: ingenieros lo diseñan con paneles solares, sensores, antenas y sistemas de comunicación.
- Paso 2 - Lanzamiento: se coloca dentro de un cohete que lo impulsa hacia arriba.
- Paso 3 - Des ensamblaje del cohete: las partes que ya no sirven se van desprendiendo una a una durante el ascenso.
- Paso 4 - Inserción orbital: cuando alcanza la altura y velocidad correctas, el satélite se separa del cohete y comienza a girar alrededor de la Tierra.
- Paso 5 - Operación: empieza su misión: transmitir datos, tomar imágenes o enviar señales.
Algunos ejemplos de satélites muy antiguos:
Los siguientes imágenes son ejemplos de satélites antiguos que ya no funcionan y, efectivamente, se consideran basura espacial, porque dejaron de enviar datos o cumplir su misión, dando vueltas alrededor de la Tierra sin ningún control.
¿Y qué hacen los satélites hoy?
Los satélites actuales son indispensables para nuestra vida diaria. Cumplen funciones como:
🌦️
Observar la Tierra: estudian el clima, los océanos, los glaciares y la deforestación.
📡
Comunicar: permiten que funcionen la televisión, el internet y los teléfonos satelitales.
🧭
Guiar: hacen posible la navegación por GPS y otros sistemas similares.
🔭
Explorar: observan galaxias, planetas, estrellas y hasta asteroides.
🛰️
Proteger: ayudan a prevenir desastres naturales y a cuidar el medio ambiente.
Reflexión:
Los satélites nos ayudan a cuidar el planeta: gracias a ellos sabemos cómo está el clima, dónde hay incendios, cómo crecen los bosques y hasta si un huracán se acerca. Son inventos que mejoran la vida de todos.
Pero también nos enseñan una gran lección: crear cosas útiles implica ser responsables. Cada innovación debe pensarse no solo para ayudar hoy, sino también para no causar problemas mañana.💡
Así que si algún día inventas algo —un robot, un programa, una máquina o incluso un satélite—, recuerda hacerlo con una idea en mente: 👉 que tu creatividad sirva para cuidar la Tierra y a las personas que la habitan.