Empoderamiento femenino: una meta compartida en Colombia
Aunque Colombia ha logrado consolidar una de las generaciones de mujeres más educadas en la última década —representando el 54,4% de quienes se gradúan de las universidades—, su talento y capacidad no se reflejan de la misma manera en las oportunidades laborales, de desarrollo o ingresos.
A pesar de los avances, las mujeres enfrentan barreras significativas: menor participación en el mercado laboral, brechas salariales, mayores índices de desempleo y una carga desproporcionada de trabajo doméstico no remunerado. Es hora de reflexionar sobre cómo todos, desde niños hasta adultos, podemos ser parte del cambio.
Cifras que llaman a la acción
El 2024 ha sido un año desafiante en materia de derechos humanos para las mujeres. Según la Defensoría del Pueblo:
745 feminicidios se han registrado entre enero y octubre, incluyendo 44 casos en contra de niñas y 11 en población trans.
26.605 casos de violencia de pareja fueron reportados entre enero y septiembre.
33 casos de trata de personas, un delito que ha aumentado un 26% respecto al año anterior.
Estas cifras no son solo números; son historias de vidas truncadas, de mujeres y niñas que no tuvieron la oportunidad de vivir en un entorno seguro y de familias que enfrentan el dolor de la pérdida.
El empoderamiento femenino no solo trata de ofrecer igualdad de oportunidades en educación y empleo; también es una herramienta clave para prevenir la violencia y la vulnerabilidad. Una mujer empoderada tiene más posibilidades de romper el ciclo de abuso, protegerse y tomar decisiones que beneficien su vida y la de quienes la rodean.
¿Qué significa ser una mujer empoderada?
Una mujer empoderada es aquella que tiene la confianza y las herramientas para tomar decisiones sobre su vida, educarse, trabajar, soñar y alcanzar sus metas. Pero el empoderamiento no ocurre solo; se construye desde la infancia, con el apoyo de la familia, la educación y la sociedad.
¿Cómo puede un hijo ayudar a empoderar a su mamá?
Los niños también tienen un rol importante en el empoderamiento femenino. Estas son algunas maneras de contribuir:
- Reconocer y valorar el trabajo de mamá: Agradece su esfuerzo en el hogar y fuera de él. Una palabra de ánimo puede ser muy poderosa.
- Participar en tareas del hogar: Entiende que el trabajo doméstico no es solo de las mujeres. Ayudando, reduces la carga y permites que mamá tenga tiempo para sus sueños.
- Apoyarla en sus decisiones: Si mamá está estudiando, emprendiendo o trabajando, anímala y respeta su espacio.
¿Qué debe hacer una hija para empoderar a su mamá?
Las niñas también pueden ayudar a sus mamás a sentirse más fuertes:
- Inspirar confianza: Habla con tu mamá sobre sus sueños y hazle saber que crees en ella.
- Compartir el trabajo doméstico: No dejes que mamá lleve sola toda la responsabilidad de la casa.
- Defender la igualdad: Si notas que mamá está siendo tratada injustamente, dialoga con ella y juntos busquen soluciones.
¿Qué debe hacer una niña para crecer siendo empoderada?
El empoderamiento comienza desde la niñez. Una niña empoderada:
- Se educa y aprende: La educación es la base del empoderamiento. Lee, investiga, participa en actividades que te permitan soñar en grande.
- Conoce sus derechos: Aprende a decir "no" cuando algo no es justo o seguro para ti.
- Sueña sin límites: No dejes que nadie te diga que no puedes lograr algo. Si quieres ser científica, artista, deportista o empresaria, trabaja por ello.
- Confía en sí misma: Recuerda que tu opinión es valiosa y que tienes derecho a expresarte.
El empoderamiento femenino no es solo responsabilidad de las mujeres.
Es un compromiso compartido entre todos. Enseñar a los niños y niñas a valorar la igualdad, el respeto y la colaboración es fundamental para construir un futuro más justo y lleno de oportunidades.
Desde SiMeGusta, invitamos a las familias a reflexionar sobre este tema y a ser parte activa del cambio. ¡Nuestros niños deben poder construir una sociedad donde todos, sin importar género, tengan las mismas oportunidades para brillar! 🌟