Colombia recibe miles de viajeros… ¡y ahora tú también puedes viajar!

Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, cada mes llegan a Colombia alrededor de 419.996 visitantes.
Entre enero y agosto de 2025,
4.483.600 personas viajaron a nuestro país para conocer su naturaleza, su comida y su cultura.
📌 Estados Unidos fue el país con más viajeros (25,8%), seguido de México y Ecuador.

Organizando tus vacaciones

Y ahora que ya casi llegan las vacaciones del colegio, muchas familias —como la tuya— también se están preparando para viajar, conocer nuevos lugares y vivir aventuras. Pero viajar no solo es emocionante… también requiere organización y seguridad.


Por eso, hoy en SiMeGusta te queremos compartir una
guía de viaje para niños viajeros inteligentes.
Aprenderás trucos, juegos y reglas fáciles para mantenerte seguro mientras disfrutas tu aventura.

Alístate para viajar

 Antes del viaje: pon a tu familia en “modo viaje”

Una semana antes de salir, siéntense juntos y hablen del viaje como si fuera una misión:


🎯 ¿A dónde vamos?

🗺️ ¿Cuánto tiempo estaremos?

🚌 ¿Cómo vamos a llegar? (avión, bus, carro, metro)


Los niños más pequeños (6 años o menos) entienden mejor con dibujos, stickers, canciones o rimas.

Los mayores (6–9 años) necesitan que les expliquen
por qué se hacen las cosas.
Y los adolescentes prefieren instrucciones cortas, claras… y rápidas.


Aprende a reconocer adultos seguros


Si te pierdes o te sientes confundido en un aeropuerto, estación o centro comercial, puedes buscar:


  • Policías con uniformes
  • Trabajadores del lugar
  • Mamás o papás que estén con sus hijos


La regla es simple:
👉 “Busca a un adulto que parezca responsable y pide ayuda con voz clara”.


Si te pierdes, habla fuerte:

“¡No encuentro a mi mamá! Tengo una camiseta verde”.
La gente te escuchará y podrá ayudarte.


Reglas de seguridad familiares para repasar juntos antes de salir:


  • No alejarse del grupo
  • No hablar con desconocidos a solas
  • Mantener la mochila cerrada y adelante
  • Mantener el celular y los audífonos guardados para evitar distracciones
  • Usar ropa de colores brillantes para ser fáciles de ver
  • Memorizar una regla clave del transporte: Si te bajas sin querer, quédate ahí. Si te quedas arriba, bájate en la primera parada.


Los niños pueden usar pulseras de identificación, etiquetas en la ropa o un pequeño dispositivo de rastreo en la mochila o el zapato.  (Ojo: ¡algunos se quejan! Una niña dijo: “¡No soy un bebé!”. Pero igual funcionan 😄).

Planes compartidos: todos saben todo

Aquí unos trucos súper útiles:

✔️ Foto familiar antes de salir: Así recuerdan qué ropa lleva cada uno ese día.

✔️ Foto de la tarjeta del hotel: Todos la guardan en su celular.

✔️ Cada niño sabe el nombre del hotel: Lleva su propia tarjeta en el bolsillo.

✔️ Parejas de viaje: Si viajan varios hermanos, siempre deben caminar en parejas.



Viajar en transporte público como un experto:

  • Antes de subir, repasen cuántas paradas faltan.
  • Si hay dos adultos: uno va adelante y otro atrás de los niños.
  • Si solo hay un adulto: los niños suben primero.
  • Si el niño se baja por error: “Quédate donde estás hasta que vuelva por ti”.
  • Si el niño se queda en el bus o metro sin querer:  “Bájate en la primera parada y no te muevas”.


Punto de encuentro: En un lugar lleno de gente, elijan un sitio claro y fácil de recordar:  una fuente, un reloj famoso, una escultura grande.


Turismo con propósito: viajar mientras ayudas a otros

Existen muchos tipos de turismo, y no todos se viven desde un hotel con piscina, habitaciones cómodas y comida incluida. Ese es solo uno de los estilos más conocidos.


Está el turismo de naturaleza, donde las familias exploran bosques, ríos y montañas, aprenden sobre animales y plantas, y descubren cómo cuidar el planeta mientras disfrutan del aire libre.

Otro es el turismo de investigación, donde se visitan lugares con valor histórico, científico o cultural para aprender de primera mano cómo vive la gente, cómo funciona un ecosistema o cómo se cuida una especie.


Estos viajes no solo son emocionantes, sino que también permiten que las familias apoyen a comunidades locales que abren sus puertas, comparten su conocimiento y viven del turismo responsable.